18/11/08

Acerca de contracultura ..

Contracultura como forma de emancipación al estado actual del mundo capitalista


Cultura; muchas veces nos vemos enfrentados cotidianamente con esta palabra, que en varias ocasiones no tiene un uso adecuado en nuestra sociedad.
Cultura es la reproducción y resultante de los grupos sociales, se encuentra en constante construcción, y se expresa a través de costumbres, creencias, conocimientos, objetos materiales y comportamientos aprendidos.
Cuando se habla de cultura se tiende a referir a las relaciones sociales que se realizan en un grupo, el grupo forma parte de la sociedad y por supuesto esta relacionado con el “aprendizaje” y la “transmisión”.
La cultura es aprendida, por lo tanto el individuo para integrarse a un grupo social tiene que aprender de esa cultura a través de la “transmisión”. Existen cuatro elementos culturales que colaboran con la “integración” del individuo al grupo social, pues lo adaptan y moldean, estos son: la lengua, las normas, las sanciones y los valores.
Aquí también se desarrollan los “Universales Culturales”; que son aquellos elementos, como creencias o costumbres similares, que forman parte de cualquier sociedad, independiente del tiempo y el espacio, en donde observamos diferentes variaciones que nos permiten diferenciar a los grupos sociales. Estos posteriormente pueden originar cambios sociales, a través de “difusiones” que transmiten innovaciones de un grupo a otro, estas “innovaciones” son conocimientos que adquieren los grupos sociales para su mejoría, pueden ser cosas materiales o ideas. Actualmente, innovaciones y difusiones se han ido transmitiendo a un ritmo acelerado entre los grupos sociales y esto se debe en parte a la mediatización de la cultura moderna, esto lleva por nombre: Globalización. Globalización, como cita Jorge Larraín en “Identidad Chilena” es, “la intensificación de las relaciones sociales universales que unen distintas localidades, de tal manera, que lo que sucede en una localidad está afectado por sucesos que ocurren muy lejos y viceversa”.


Alguna vez nos hemos preguntado o cuestionado ¿en qué clase de cultura nos vemos sumergidos actualmente?, O si, ¿nuestra “realidad social” responde a lo que deseamos verdaderamente con nuestras interacciones sociales?, tomando en cuenta los elementos de integración, ellos nos moldean y adaptan impidiéndonos nuestro desarrollo libre de toda sumisión, pues esta sumisión nos impide pensar, nos prohíbe ser y, de hombres razonadores y libres, nos tornamos en esclavos y esclavas de una cultura institucional, y por esto se da a entender, una cultura dominante.
El principal trabajo de esta cultura dominante como lo manifiesta José Agustín en su definición de “Contracultura” , es “dirigir a la sociedad con cambios, irónicamente para que nadie cambie, muchas veces irracionalmente, generalmente enajenante, deshumanizante, que consolida al status quo y obstruye, si no es que destruye, las posibilidades de una expresión autentica entre jóvenes, además de que aceita la opresión, la represión y la explotación por parte de los que ejercen el poder, naciones, centros financieros o individuos”.

La “Contracultura” nace de un sentimiento de insatisfacción, pues hay algo que nos impide nuestra realización plena, algo que esta mal y no deja ser. La contracultura es un movimiento de expresiones culturales colectivas, que rechazan, se marginan y se enfrentan oponiéndose a la cultura dominante. Algunos de estos movimientos contraculturales son anarquistas, feministas, gays, hippies, naturistas, marxistas, místicas, ecologistas, psicoterapéuticas, orientalistas, etc.

El principal arma de la cultura dominante, actualmente en un mundo que se acerca a pasos agigantados a la globalización, son los medios de comunicación.
Pues es por eso que la cultura en nuestro país y en el mundo entero, se encuentra saturada de medios de entretenimientos masivos, donde se observa una proliferación de, programas de entretenimientos, show televisivos, mostrando bailarines, jugadores de fútbol, contadores de historias, reality show y otros tipos de “entretenimiento” como lo son las drogas y el alcohol. En general todo tipo de entretenimiento proveniente de la Cultura dominante es para mantener la mente humana “ocupada” y así no obstaculizar el camino, por pensar demasiado, a los que están guiando nuestras vidas, y nosotros no tenemos ni idea.
Muchos nos mostramos sumisos frente al medio de “comunicación” que es la televisión. Este medio tan importante, que hasta, no imaginaríamos una vida sin el. Esta vitrina animada durante todo el día nos bombardea con luminosos mensajes y dinámicas imágenes, atrapándonos, llamándonos ambiciosamente a adquirir el último producto del año, pues en el obtendremos un auto-reconocimiento. Es ese producto que deseo poseer, adquirir o modelar, en donde proyectaré mis cualidades y posteriormente mi imagen e identidad. Citando a Jorge Larraín, “Cada compra o consumo de estas mercancías es tanto un acto por medio del cual la gente satisface necesidades, como un acto cultural”.
La manipulación que alcanzan estos medios es realmente atemorizadora, pues tienden a acentuar y dividir los grupos que están culturalmente determinados, como los son: la religión, los géneros, la clase, etnia, profesión, sexualidad, nacionalidad y toda forma de identificación arbitraria-separatista, pues así la gente continúa viéndose diferente de los otros, en otras palabras, “definiéndome a mí mismo, dando a conocer mis valores, características y modos de vida, acentuaré las diferencias con los otros”.
Esta cultura tiene como finalidad, obtener una sociedad sumisa, maleable, fácil de controlar y lo peor, en las manos de unos pocos. Ellos son los que la manejan.

La Contracultura, cultura alternativa o cultura de resistencia como también se le conoce, responde a la cultura institucional, generando sus propios medios, “se convierte en un cuerpo de ideas y señas de identidad que contiene actitudes, conductas, lenguajes propios, modos de ser y de vestir, y en general una mentalidad y una sensibilidad, alternativas a las del sistema” así de este modo surgen opciones para que tengamos una vida menos limitada.

Un factor inmensamente importante, en lo que es hacernos conscientes, obteniendo el conocimiento adecuado para conocer, analizar, definir y despertar de la falsa realidad actual que nos muestran nuestros ojos es: la educación.
La cultura actual se ha esforzado por conquistar la educación, manipulándola. Esto es para su propio beneficio y lo tenemos frente a nuestros ojos pues vemos que las escuelas y universidades que le pertenecen al Estado se enfrentan a una crisis que va en aumento, la lógica que maneja el estado es que no han conseguido los resultados que querrían, pero al contrario es lo que perfectamente necesitan, una clase de alumno que no sea capaz de pensar demasiado, en donde reine la falta de crítica. Y lo que le repele, molesta y atemoriza profundamente a la Cultura institucional, es que la Contracultura continuamente deja en evidencia las carencias evidentes y denuncia la enfermedad que ataca a las sociedades manipuladas por centros de poder económico, político y cultural en todo el mundo. Por su puesto la Cultura Institucional cataloga estos hechos, que son cien por ciento autónomos y de difícil identificación legal, como transgresores negativos para la sociedad, ósea hechos Antisociales.
Podemos afirmar que este hecho nos viene bordeando hace más de un siglo, y pongo en completo ejemplo la lucha que realizó Francisco Ferrer construyendo las “Escuelas Modernas” a comienzos del Siglo XX, que fomentaban la pedagogía racional, solidaridad y la educación libre. Posteriormente estos principios servirían de manual para la pedagogía Libertaria.
Toda esta gran lucha tenía como fin último, combatir los métodos educativos de control, liberando las mentes de la ignorancia y de los dogmas, ya que, en esa época, como en la nuestra, “el controlar la formación de los individuos constituye una de las metas primordiales de los grupos de poder en las sociedades humanas”.


La manipulación social se realiza a través de los medios de comunicación, haciéndonos ver como seres incapaces, débiles, creedores de una sociedad mala y hostil, donde a diario en los noticieros nos aterrorizan y dividen con crímenes, asesinatos, violaciones, etc. Pero ellos son tan conscientes como lo podemos llegar a ser nosotros construyendo una “Real realidad social” a través de nuestras interacciones con nuestros hermanos, dándonos cuenta de nuestra relación con la naturaleza, que somos seres con poder, hermosos, extraordinarios, y por lo tanto no hay razón por la que no podamos entender quienes somos o a donde vamos, pues poseemos lo necesario para demoler los valores, costumbres, formas de organización, creencias y sistemas de autoridad de la cultura dominante. Nuestras actitudes nos permiten el no aceptar lo que nos sea impuesto, como un pensamiento y la de no permitir lógicamente que el nuestro pese sobre otra mente oprimiéndolo.
Un acto contracultural simplemente se puede generar defendiendo mi personalidad contra toda imposición exterior. También optando por actitudes de fraternidad, realzando los valores ajenos de un compañero, nunca influenciándolo, ni ejerciendo ningún tipo de dominio, simplemente apreciar la alegría que provoca el sentimiento de una libre expresión.
Personalmente creo que no existe posibilidad de crear una forma de vida, un nuevo estilo de vivir, hermoso y fraternal, sino rompemos con la Cultura actual y creamos en nosotros una nueva cultura, la que nunca nadie haya llevado a cabo, sin represores ni reprimidos, una cultura que este sembrada sobre los cimientos del amor, respeto y fraternidad.


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