Hasta siempre compañero. El lunes 24 de agosto, al agonizar la tarde, se fue el querido compañero Rafael Spósito ─Daniel Barret, para los que le acompañamos en la cotidianidad de la lucha contra el Estado-capital desde tiendas libertarias─ víctima de un cáncer que a penas le otorgó el tiempo necesario para despedirse de compañeros, amigos y familiares y, de concluir alguno de los múltiples textos que acostumbrad a elaborar de manera simultánea. Hijo de El Cerro, tierra dispendiosa en ácratas y rebeldes, en Montevideo, Uruguay, desde su más tierna adolescencia, Rafa contribuyó con sus aportaciones y esfuerzos a la difusión de las ideas anarquistas, defendiendo siempre los ideales de libertad por los que luchó toda su vida y por los que sufrió persecución y exilio, mismos que jamás significaron sacrificio alguno para su integridad libertaria. Sistemático y reflexivo, con su prosa aguda e inteligente, nos heredó un invaluable legado de reelaboración teórico-ideológica que sólo podremos concretar desde un ejercicio intransigente de reafirmación libertaria: “/una reafirmación que sigue fundándose no menos sino más que nunca en una crítica radical del poder y en una inconmovible ética de la libertad; sin mediatizaciones seductoras, transiciones edulcoradas y negociaciones de ocasión que la desvíen o distraigan de sus horizontes y de sus prácticas inmediatas/.” Visión que dejó plasmada en su libro /Los sediciosos despertares de la Anarquía./ Hoy, sólo nos queda despedirle con el más grande y afectuoso abrazo libertario y agradecerle por todos estos años de vida consecuente,por su solidaridad inagotable, por su compañerismo a ultranza, por su dedicación a la Anarquía, por su humor inteligente, por su entrañable calidez y por su grandiosa calidad humana. ¡Qué la tierra le sea leve a un Hombre libre! ¡Hasta siempre, Compañero Daniel! ¡Hasta siempre, Amigo Rafa! ¡Hasta siempre; Hermano del alma! ¡Salud y Anarquía!
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